Monday, October 1, 2007

Tuesday, June 26, 2007

Los Pobres de Jesus




1. Visión general. Jesús y los pobres.

Ciertamente, asumió la tradición israelita que exige proteger a los pobres (extranjeros, huérfanos y viudas), pero la amplió hacia todos los necesitados. Asumió, sin duda, el programa sabático y jubilar del Deuteronomio y de Lev 2 (con el perdón de las deudas, la libertad de los esclavos y el reparto de tierras) , pero quiso aplicarlo al pie de la letra, sino iniciando un camino intenso y extenso (más universal) de liberación, en la línea de los profetas, como nuevo Moisés llamado a liberar a los hebreos de la opresión que había en su propia tierra .

Su acción se sitúa en la línea de aquello que actualmente (en perspectiva racional) llamaríamos defensa de los derechos humanos, pero desborda ese nivel, porque la fuerza de la gracia le lleva más allá de la exigencia de lo que puede imponerse por leyes. Quizá pudiéramos decir que, asumiendo los principios de la teología de su pueblo (que promovía el amor a los pobres), Jesús terminó oponiéndose a la forma en que se concretaban, siendo justamente condenado en un plano de ley. Así podemos añadir que (sin rechazar temáticamente la ley) terminó enfrentándose con ella y poniéndose al lado de los ilegales de su tiempo. Aquí y no en palabras más o menos desligadas del contexto de su vida, ha de fundarse la opción preferencial de la iglesia en favor de los encarcelados.

1. Amó a los pecadores “oficiales”, varones y mujeres a quienes la tradición legal judía consideraba impuros: indignos de participar en el banquete (mesa, templo) del buen pueblo de la alianza. La tradición le coloca al lado de publicanos y prostitutas (cf. Mt 21, 31), es decir, de aquellos que “vendían” (tenían que vender) su dignidad (su identidad de hijos de Dios) por razones de dinero. En las márgenes de Israel se hallaban, como carne de cultivo de diversas violencias y opresiones. Allí fue a buscarles Jesús, para invitarles al Reino, iniciando con ellos un camino de nueva humanidad: no les condenó ni expulsó, no les obligó a reparar de un modo penitencial (en cárcel o castigo) el mal que habían hecho, sino que les ofreció su solidaridad y reino. Gran parte de los encarcelados de nuestro tiempo provienen de ese mismo entorno vital.

2. Buscó de un modo especial a los enfermos, leprosos y posesos, es decir, a los más pobres, los hombres y mujeres a quienes la “buena sociedad” consideraba malditos y expulsaba del espacio de la familia y comunidad sagrada. No había para ellos “cárcel” o castigo, entendida como reclusión o encerramiento, pero muchos vivían encerrados en los muros de su enfermedad y su impureza, expulsados del orden social. Pues bien, Jesús vino a ofrecerles su solidaridad y esperanza del reino. Muchos pobres actuales son como aquellos antiguos leprosos: apestados a quienes se expulsa de la sana sociedad; poseídos por la droga, amenazados por el “sida” y otros males. En su mayoría son enfermos o débiles mentales, como los antiguos endemoniados: incapaces de asumir la libertad de un modo activo, en un entorno duro que tendía (y tiende) a marginarles.

3. Compartió su camino con los pobres concretos (en un plano económico), ofreciéndoles no sólo la bienaventuranza del Reino (Lc 6, 20 par), sino un lugar en su mesa, abierta como espacio de encuentro para todos (cf. Mc 6, 30-44; 8, 1-10 par). Evidentemente, los pobres no eran piadosos, buenos “anawim”, como se ha dicho, llenos de Dios, incapaces de cometer crimen alguno. Hoy como entonces, muchos pobres resultan “peligrosos” para la buena sociedad que les expulsa, ignora y/o utiliza. Jesús no empezó por convertirles, trazando para ellos un programa penitencial de cambio e inserción en la sociedad constituida, sino que les acogió y reconoció tal como eran, ofreciéndoles a ellos y a todos los hombres, un camino de esperanza mesiánica, una buena nueva de riqueza y reconciliación abierta al Reino.

4. Jesús inició un mensaje y camino de liberación al servicio de unos marginados que eran como los actuales: prostitutas, compradas y vendidas por comercio sexual; publicanos, manipulados por cuestión económica; niños sin familia, militares odiados de un ejército de ocupación (o colaboradores de Roma), extranjeros rechazados por los puros judíos… Entre ellos se mantuvo, por ellos ofreció su palabra. Ciertamente, no quiso ser un separado en el sentido purista del término, no estuvo sólo con los excluidos, ni tampoco con los puros. Con unos y otros habló, para unos y otros ofreció su mensaje, en gesto de doble pertenencia. Así vivió y murió como mesías de frontera, mediador entre la “buena sociedad” (que le acabó matando) y los marginados o peligrosos de esa sociedad (con los que murió crucificado). Por eso, su memoria, celebrada por la iglesia, resulta inseparable del recuerdo de su conflicto social. “La noche en que fue entregado” (1 Cor 11, 23): así comienza toda fiesta cristiana, con la referencia a la prisión y muerte de Jesús.

Más que una religión en el sentido espiritualista (intimista), más que una organización social (estado bien estructurado), Jesús fundó un movimiento liberador especialmente dirigido a los más pobres (marginados, hambrientos) de su tiempo. De esa forma conoció los varios espacios de opresión de donde provienen actualmente la mayoría de los encarcelados. No se mantuvo en el desierto como Juan Bautista, esperando que llegaran los penitentes, para iniciar con ellos un camino de conversión. No fundó una escuela de sabios hermeneutas de la ley, ni un grupo de orantes separados (=fariseos), sino conoció las opresiones y compartió los sufrimientos de los últimos del mundo, muriendo en el centro de la conflictividad social y humana de su tiempo. Por eso su actitud sólo se entiende y sólo puede asumirse allí donde la iglesia (los cristianos) son capaces de encarnarse como él en el centro de la conflictividad humana..

Jesús centró su mensaje en la llegada del Reino de Dios, de un Reino que es buena nueva para los pobres y expulsados del sistema social y sanitario, religioso y político de su tiempo. De una forma lógica, sus discípulos, sobre todo los de tendencia helenista, interpretaron su vida y mensaje como evangelio, tal como indican, de un modo especial, → Pablo (cf. Gal 1, 6-11; Rom 1, 15-17) y Marcos (cf. Mc 1, 14-15; 13, 10; 14, 9). Jesús no teorizó sobre el sentido del Reino, sino que hizo algo mucho más importante: asumió y actualizó con su vida y con sus obras la promesa de evangelio, que se expresaba, sobre todo, en el libro de Isaías, ofreciendo a los pobres de su entorno la buena noticia práctica de la llegada de Dios, es decir, de la curación y plenitud de los más pobres.

(2) Se ha cumplido el tiempo, es tiempo de buena noticia para los pobres.

Esta certeza de que el tiempo se ha cumplido y de que irrumpe el reino de Dios como victoria de la vida y de la gracia de Dios sobre la muerte llena toda la historia de Jesús y fundamenta, de manera radical, sus gestos y palabras. Esta certeza es la razón de su mensaje, su ipsissima vox, el signo básico de su vida. A partir de aquí han de interpretarse sus restantes palabras de promesa y esperanza: el perdón, las curaciones y, sobre todo, el anuncio de la bienaventuranza para los pobres, que ahora destacamos

Felices vosotros, los pobres, porque es vuestro el reino de Dios.
Felices vosotros, los que ahora tenéis hambre, porque os saciareis.
Felices los que ahora lloráis, porque reiréis» (Lc 6, 20-21).

Como enviado escatológico de Dios, al final del curso de los tiempos, Jesús proclama el Reino de Dios y lo presenta como buena noticia para los pobres (del pueblo que fueren) y no como triunfo político, social o religioso del propio pueblo. Ese evangelio de los pobres no habla de aquello que siempre existía sobre el mundo; no es una enseñanza misteriosa o esotérica que sirve para desvelar los valores ocultos o profundos de las cosas (de la vida, de Dios o de los hombres), sino la voz definitiva de Dios que, irrumpe sobre el mundo y crea lo que dice, ofreciendo bienaventuranza a los más pobres

(3) Los pobres del evangelio.En este contexto se sitúa la escena en la que Jesús responde a los mensajeros de Juan Bautista. Parece una escena creada para mostrar las semejanzas y las diferencias entre los dos mensajeros de Dios: Juan, profeta del juicio; Jesús, evangelizador de los pobres. Los discípulos del Bautista le preguntan: «¿Eres tú el que ha de venir?». Jesús responde:

«Anunciad a Juan lo que oís y veis:
los ciegos ven y los cojos andan;
los leprosos quedan limpios y los sordos oyen;
los muertos resucitan
los pobres son evangelizados ¡
Y feliz aquel que no se escandalice de mí!» (Mt 11, 4-6; Lc 7, 22-23).


Las palabras del texto anterior, formuladas probablemente por la iglesia, definen el sentido y tarea del evangelio de Jesús, tal como lo han vivido y expandido las comunidades más antiguas, presentando a los enfermos, pobres y a los muertos como destinatarios de las → «obras de Mesías».

(a) Curar a los enfermos (cf. Is 35, 5-6; 41, 7). Ellos son, sin duda, los primeros pobres. Es indudable que Jesús ha curado a cojos y ciegos, sordos y leprosos; pues bien, esa curación aparece aquí enmarcada en un contexto de evangelio, es decir, de buena noticia salvadora.

(b) Evangelizar a los pobres (cf. Is 61, 1). Esta palabra asume el mensaje de la palabra anterior (curar al los enfermos) y la amplía, pues el concepto de pobre asume y amplía el signo anterior de los enfermos: pobres son todos los que sufren por diversas carencias materiales y sociales, como los hambrientos y llorosos de Lc 6, 20-21.

(c) Resurrección de los muertos. Los muertos son los pobres de los pobres, aquellos que no tiene ni salud, ni medios económicos ni vida; son los derrotados por la dura condición humana que destruye a todos los vivientes. Pues bien, el evangelio de Jesús que se inicia como curación de los enfermos y bienaventuranza de los desposeídos culmina en la esperanza de resurrección de los muertos. Al anunciar la resurrección de los muertos, la iglesia ha vinculado el evangelio de los pobres con la esperanza pascual de Jesús, que se expresa como triunfo de la vida sobre la muerte. De esa manea, la resurrección final, que será luego el centro del mensaje de la iglesia, sólo puede entenderse y proclamarse allí donde se asume el camino de Jesús, con su evangelio o buena noticia para los enfermos y los pobres.

Así lo ha interpretado Lc 4, 18 ss, cuando presenta la misión de Jesús en Nazaret, su pueblo. Entra en la sinagoga, toma el rollo de Isaías y proclama: «El Espíritu del Señor está sobre mí; por eso me ha ungido para evangelizar a los pobres, me ha enviado para anunciar la libertad a los cautivos, para dar la vista a los ciegos, para liberar a los contribulados, para anunciar el año de gracia del Señor» (Lc 4, 18-19). La buena noticia para los pobres se vincula aquí con la curación de los enfermos, la liberación de los cautivos y el anuncio del año de gracia, es decir, el perdón universal de Dios, abierto a todos, sin venganza contra los enemigos de Israel, como suponía el texto base de Is 61, 2.

Eso significa que los pobres no se identifican con los israelitas, sino con todos los necesitados del mundo, superando las fronteras entre Israel y las naciones. El evangelio no ratifica la distinción entre judíos y gentiles, sino que se abre, desde los pobres, a todos los hombres y mujeres. Por eso suscita escándalo, de forma que los nazarenos quieren matar a Jesús, pues rechazan su forma de anunciar la salvación a los pobres (cf. Lc 4, 22-30). Los nazarenos de todos los tiempos han querido silenciar el evangelio; pero el mensaje y camino de Jesús ha seguido resonando en el mundo.

Friday, June 22, 2007

La tristeza que me agobia...

Eran las 2 de la tarde, el dia era soleado, muy caluroso. Mis hermanos estaban orando por un par de prostitutas que se habian arrepentido de sus pecados, esos pecados que las alejaban del Dios Todopoderoso; y despues de un drama ofrecido por unos jovenes Misioneros fueron quebrantadas en su espiritu y corrieron llorando a la unica puerta abierta para la salvacion de sus almas -- Jesucristo--

En esos momentos un chispazo de alegria llego a mi ser, pero fue muy breve. En la situacion que me encontraba era para estar feliz... habia llegado el momento de la accion, de el Cristianismo que siempre quise ver, el que siempre he querido palpar. El Evangelio llevado a los pobres, a los oprimidos de la sociedad, a las prostitutas y drogadictos. Estaba en el campo de batalla, donde siempre habia querido estar. El Evangelio de mi Senor Jesucristo tal como es, en las calles, con los pobres, llevando Palabra de Dios, comida y bebida con todo el amor que solo puede venir del Padre y que el mundo no conoce.

Pero, en ese momento, senti una gran tristeza... no entendia el por que. Senti como El Senor, me llevaba a mi coche a recoger una botellita de agua que tenia guardada en el baul (trunk); al voltear a ver detras de el estacionamiento, pude observar como habia una "habitacion" improvisada a la interperie, un colchon roto, con sabanas sucias, latas vacias, ropa tirada.. etc... junto a un lago, estanque o que se yo. El dolor fue intenso, las ganas de llorar muy grandes. Senti como El Senor me dijo, "Ves, por eso estoy enojado con los que dicen que me conocen!!! Ellos gastan todos los recursos en construir enormes edificios, en ropas costosas, en luces multicolores para hacer en mi nombre un show, y he aqui los mas pequenitos, no tienen donde dormir decentemente, he aqui ellos no son expuestos al amor que yo tengo por ellos. Por eso mi ira no tardara contra todos los hombres que detienen la verdad".

Creo que Dios esta muy triste y mucho mas enojado que yo. El nos envio a dar las buenas nuevas a los pobres, a libertar a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a sanar enfermos, a proclamar el tiempo agradable del Senor... no a levantar edificios inmensos de millones de dolares, que mas parecen templo paganos. No nos llamo a formar grupos de rock "Cristiano" con fines de lucro, no nos mando a idolatrar hombres, a someternos a sus manipulaciones, ni a ser parte de sus pecados de vanagloria y lascivia. Y por eso el momento de dar cuentas llegara, y esta presto. Como diria el escritor de Hebreos, "Dura cosa es caer en las manos del Dios vivo".

Dios los perdone, y tenga misericordia de todos los que estan usando el Nombre de Jesus para su beneficio personal. Que dicen que lo conocen, pero no quieren andar como El anduvo.

Yo por mi parte, pondre mi ser en sacrificio vivo ante el altar de mi Senor, para aprender a buscar a los mas despreciados de la sociedad, a lo que el mundo no quiere. A los pobres, mal olientes, prostitutas, delincuentes, drogadictos, homosexuales... etc... y llevarles la Verdad, esa Verdad que la "Iglesia moderna" tiene encerrada entre cuatro paredes. De la cual se averguenza ante el mundo.

Es hora de apartar a los cabritos de las ovejas, y llevar el Evangelio a los que realmente oiran de buena gana. El Evangelio puro, como realmente es. No el adulterado, que esta siendo exportado desde los Estados Unidos hacia el mundo, ese "Evangelio" que se parece mucho al Sueno Americano. Ese "otro Evangelio" del cual escribio el Apostol en el libro de Galatas. Un "Evangelio" de diezmos y ofrendas, de saltos y brincos, de musica estruendosa, de "sentirse bien", de "arrebatar bendiciones"; de "todo sera para mi"; de "pactos con dinero"; Ese "Otro Evangelio" donde se idolatran al Yo y al Dinero. Clasicos dioses paganos de la sociedad Norteamericana.

Perdonenme, pero esa es la Verdad. El verdadero Cristiano, debe negarse a si mismo, tomar la cruz y seguir al Senor, y donde anduvo el Senor? Entre leprosos, ciegos, prostitutas, publicanos...


Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;
y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos. (Lucas 14:13-14)

Tuesday, May 22, 2007

A que le apuntamos?


En esta charla vamos a entrar de lleno a la dimensión misteriosa de las realidades eternas, el mundo viviente de lo perpetuo en lugar del mundo agonizante del presente, el dominio imperecedero de la eternidad por oposición al espacio pasajero del tiempo, esa dimensión fascinante y en gran medida imperceptible para nuestra visión mortal, tan terrena y temporal.

La Biblia nos exhorta así: «Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la Tierra, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas» (Colosenses 3:2). «Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija del Faraón —pudo haber llegado a ser rey de Egipto—, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; ¡porque se sostuvo como viendo al Invisible!» (Hebreos 11:24-27).

Desde los albores de la Historia, todos los que son hijos de Dios por la fe han buscado un mundo invisible, «una ciudad que tiene fundamentos», cimientos eternos, «cuyo arquitecto y constructor es Dios. Sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos [...]. Confesando que son extranjeros y peregrinos en la Tierra que buscan una patria mejor, esto es, ¡celestial! Por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad»; ¡nada menos que la Ciudad Celestial que descenderá de lo alto, de Dios, y estará entre los hombres! (V. Hebreos 11:10,13-16, Apocalipsis 21:2,3.)

Esta es la esperanza de todos los tiempos: ese mundo eterno, que ahora mismo es invisible, donde moraremos con Dios para siempre, la Ciudad Celestial descrita en Apocalipsis 21 y 22 y mencionada en muchos otros pasajes en la Biblia. En eso tenemos todos cifradas nuestras esperanzas; no se trata de castillos en el aire, sino de un paraíso terrenal, un Cielo nuevo y una Tierra nueva con esa Ciudad Eterna.

Sin embargo, en este momento ese invisible Reino Celestial ya existe y actúa. No sólo nos rodea, sino que está dentro de nosotros. Jesús dijo: «El Reino de Dios está dentro de vosotros. [...] Si Mi Reino fuera de este mundo, Mis servidores pelearían, pero Mi Reino no es de este mundo» (V. Lucas 17:21; Juan 18:36.) Es decir, no a la manera de este mundo, con sus reinos terrenales formados por hombres de carne y hueso, reinos de gente malvada, de espíritu malvado, sino un Reino del Espíritu de Dios, invisible por ahora, que ya mora en nuestro interior, y que «vemos como por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conocemos en parte; pero entonces conoceremos como somos conocidos» (1Corintios 13:12). El fascinante mundo espiritual, el Reino de Dios, donde todo es mucho más claro, más verdadero y eterno. ¡Porque la apariencia de este mundo pasa, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre! (V. Lucas 17:21; Juan 18:36, 1 Corintios 7:31.)

Es poco menos que imposible describir esa dimensión espiritual del presente —sin hablar ya de la del futuro—, pues todo lo que conocemos sobre ella es lo que dice la Biblia, lo que sabemos por testimonio de otras personas y lo que hemos experimentado nosotros mismos, todo lo cual es bastante limitado.

Para simplificarlo, podríamos presentarlo desde una perspectiva algo infantil y con cierto enfoque científico. Con nuestra limitadísima capacidad, intentemos comprender en alguna medida esa realidad casi inabarcable; no la del futuro, sino la que ocupamos ahora; no la física, sino la espiritual, la quinta dimensión. Como todos sabemos, según la ciencia hay cuatro dimensiones inherentes a la existencia de la materia: para que sea posible su existencia, todos los objetos físicos deben contar con longitud, anchura y altura. Estas tres dimensiones determinan el espacio. Hay una más llamada tiempo. Las teorías de Einstein demostraron que tiempo y espacio están estrechamente ligados. Según su teoría de la relatividad, nada puede ocupar un espacio físico sin que exista tiempo. Para que algo exista es esencial el tiempo.

Tengo en las manos una tarjetita postal muy llamativa que presenta una bella escena subacuática de la hermosa y colorida creación de Dios. Lo curioso de esta tarjetita es que si la miro de costado no veo sino dos dimensiones: la longitud y la anchura. Me ubico así en el territorio del planícola, que sólo comprende su reducido mundo bidireccional carente de profundidad. ¡No ve nada más! Al observar esta tarjeta de costado, yo tampoco veo nada más. Si fuera un planícola insistiría en que no hay ninguna dimensión aparte las dos mías, sólo porque no las percibiría visualmente.

Sin embargo, desplacémonos en una dirección nueva y desconocida para el planícola: la altura. Ascendamos al nuevo mundo de la tercera dimensión. Ahora contemplamos la postal desde arriba y descubrimos un mundo sorprendente. Esta tarjetita que para los planícolas es bidimensional resulta ser tridimensional. Es muy singular, pues de costado parece tener sólo dos dimensiones —largo y ancho—, pero vista desde arriba de repente adquiere una dimensión totalmente nueva, llamada profundidad. De hecho, me da la impresión de que puedo penetrar en la imagen con la vista. Ciertos objetos aparecen delante de otros. Hay un junco que crece delante de un precioso coral rojo; entre ellos nadan los peces, y el lecho sembrado de piedrecillas se desvanece en la distancia, ¡más allá de donde alcanzo a ver com mi nueva perspectiva tridimensional!

Hemos penetrado en un nuevo mundo, fuera del alcance del pobre planícola —en el supuesto de que existiera—, que sólo puede ver en dos direcciones. Miramos en una nueva dirección que aporta altura y profundidad, y nos presenta todo un mundo por explorar. «¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios, e inescrutables Sus caminos!» (Romanos 11:33.) Ahora somos como un dios a los ojos del planícola, un ser que escapa por completo a su comprensión.

Desde el punto focal en que ahora estamos situados, por encima de su plano inferior de apenas dos dimensiones, nos ha perdido por completo de vista, pues él no ve ni hacia arriba ni hacia abajo, y a menos que buenamente tengamos la gentileza de descender hasta su nivel no podrá vernos en absoluto y mucho menos entender nuestra nueva dimensión.

Para ponernos a su nivel tenemos que situarnos en un plano exactamente igual al suyo, que se ajuste por entero a sus dos dimensiones, en una zona muy limitada. Entonces sí que nos vería. Pero en el instante en que variemos nuestra posición saliéndonos una pizca de su órbita, nos perderá de vista.

Esto sí que es alucinante. Ahora nuestro mundo tridimensional adquiere unas proporciones espaciales casi infinitas, mucho mayores y superiores. Es tan vasto, profundo y elevado que el planícola jamás podría entenderlo ni entendernos a nosotros. Escapa por completo a su esfera, tiene una profundidad de la que él carece, y es mucho más amplio que su reducido plano, un mundo enteramente nuevo, un mundo espléndido y grandioso cuya existencia ignora, por la simple y sencilla razón de que no lo ve. Es un mundo en el cual vivimos y existimos gracias a la cuarta dimensión, el tiempo.

El planícola no puede vernos excepto cuando descendemos por unos instantes a su angosto plano y nos colocamos dentro de su limitadísimo campo. En cambio, nosotros podemos verlo a él en casi todo momento y desde cualquier ángulo, ya sea dentro o fuera de su dimensión; desde arriba, desde abajo o desde su propio plano.

Como nuestra dimensión está totalmente fuera del alcance de la ciencia de Planolandia, su chato y reducido cerebro no conoce otra cosa que sus propias magnitudes. Por tanto no entiende nuestra dimensión, no sabe nada de ella. Nunca la ha visto ni mucho menos se ha visto inmerso en ella. Lo que hace es mirar con desdén tales disparates y afirmar que ni nosotros ni nuestra dimensión existimos.

Aun si fuera posible mostrársela, estaría tan fuera del alcance de su percepción bidimensional que probablemente haría como aquel campesino que, la primera vez que vio una jirafa, exclamó: «¡Eso no existe!» O como mis hijos cuando eran pequeños y queríamos que comieran algo nuevo. Uno de ellos dijo una vez, cuando tenía 4 ó 5 años: «¡Sé que no me gusta porque nunca lo he comido!»

«El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura» (1 Corintios 2:14). Para él no hay tal cosa, porque nunca lo ha visto; y sabe que no le va a gustar porque jamás lo ha probado.

La verdad es que a nuestro pobre planícola —con capacidad de actuar en un solo plano— el orgullo le impide reconocer que puede haber un nivel superior al suyo en el que nunca ha estado y al que de hecho no puede acceder a menos que se le dote de alas tridimensionales y se le conceda tiempo para visitarlo.

Pobre hombrecillo! ¡Qué limitada es su visión, qué estrecho su mundo, qué restringido su radio de acción! Como no puede ir a ningún otro sitio, ¡no quiere admitir que exista esa dimensión! Se indigna con cualquier planícola que le diga que en alguna ocasión fue elevado a ese otro mundo ayudado por una criatura tridimensional, para echar un vistazo a lo que hay más allá de su reducido plano. Si no lo ha visto, ¡no existe! Se niega a reconocer nada que no pueda ver en su limitado plano bidireccional. Sólo conoce la geometría plana; para él no hay medidas cúbicas. «¡Al diablo con los cubistas!», dice el planícola.

¡Qué insensato! ¡Cómo puede asumir semejante actitud cuando no tiene ni idea de lo que pasa! En todo caso, el hecho de que no crea en algo no anula la existencia de ello.

Lo mismo pasa con el hombre cúbico natural de cuatro dimensiones. Es un cabeza dura, un cerrado de mollera que se resiste a creer que exista lo que llamamos quinta dimensión, un mundo espiritual, por la sencilla razón de que nunca lo ha visto o no ha estado en él. Se enfurece con todo el que asegure haber estado ahí, pues eso lo hace quedar mal parado, por debajo de esa quinta dimensión, del mundo espiritual, del ámbito celestial, que según él no existe, simplemente porque él no lo ha visto ni ha estado ahí.

Eso sería tan absurdo como decir: «¡No creo en la existencia de Nueva York o de Londres porque nunca he estado en esas ciudades! Aunque los viajeros en el tiempo y el espacio afirmen que Nueva York y Londres existen, y que han salido de mi mundo, han visitado dichas ciudades y las han visto con sus propios ojos, me niego rotundamente a creerlos, porque yo nunca las he visto ni he estado en ellas.» ¿Puede haber mayor ridiculez?

Así de necio es el hombre natural que rechaza la existencia del ámbito espiritual. Por mucho que se le lean pasajes sobre el tema en la Palabra de Dios y se le relaten experiencias personales que se hayan tenido allí y de lo que se ha presenciado en el país de la quinta dimensión, en el mundo de las maravillas del Espíritu, él seguirá negándose a creer. No le hace ninguna gracia admitir que otro posee una visión y una dimensión de las que él carece, una percepción espiritual que a él le falta: la de la Eternidad, que su diminuta mente temporal no puede ni quiere comprender, puesto que lo rebajaría a un nivel inferior. Preferiría morir antes que aceptar la existencia de un plano superior a él. ¡Pobre planícola estrecho de miras! ¡No lo soporta!

No te quepa duda de una cosa: ¡no es que yo haya oído simplemente hablar de esas cosas, haya leído sobre el tema o haya visto escenas de ese mundo, sino que he estado allí y sé que existe, por increíble que parezca. Si no estás dispuesto a admitir que tengo algo de lo que careces y que también te gustaría recibir… si no inquieres humildemente en cuanto a la verdad, confiesas tus limitaciones y pides a personas espirituales que te ayuden a descubrir una nueva dimensión, jamás conocerás las indescriptibles alegrías, las bellas visiones, los preciosos sonidos o las extáticas sensaciones de ese mundo maravilloso y celestial.

Es posible que Dios, misericordiosamente, te deje vislumbrar el Cielo por la ventana del espíritu; pero si te niegas a aceptarlo o a creerlo y lo rechazas, es probable que nunca lo vuelvas a ver.

Es ese brillo que ves en nuestra mirada y que no entiendes; esa luz que refleja nuestro rostro y que no alcanzas a comprender; esa atmósfera de felicidad, casi palpable, que emana de nosotros y que te resulta difícil creer. Te sientes como pez fuera del agua, como un planícola fuera de Planolandia. O inicias una vida nueva y adquieres una nueva perspectiva mediante el Espíritu, o morirás. Volverás a tu mundo natural y seguirás tan insensible espiritualmente como antes. ¡Pobrecito! ¡Qué pena! ¡Jamás sabrás lo que te perdiste! Casi lo alcanzaste... ¡pero se te escapó!

En fin, todavía ni he empezado siquiera a relatar mis experiencias en este sentido. En realidad, nunca podré contarlo todo. Hemos llegado casi al final de esta breve disertación, pero permíteme repasar algunos ejemplos bíblicos de esta quinta dimensión: Así comenzó todo, con un Espíritu: ¡Dios! «Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren» (Juan 4:24). «En el principio creó Dios los cielos y la Tierra [...] Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas» (Génesis 1:1,2). Este tema es tan ilimitado que sería imposible agotarlo en esta charla. ¡Pero lee la Biblia, y hallarás a lo largo de ella pruebas, relatos y declaraciones categóricas de la existencia de ese mundo espiritual pentadimensional! Incluso hubo casos en que sus personajes inmortales, luego de trasponer el glorioso umbral de la muerte, regresaron para narrar su vivencia.

Otros fueron elevados al mundo espiritual para ver un atisbo del mismo; muchos captaron mensajes del más allá. ¡Y otros hemos estado allí! ¡Es extraordinario, tan paradisíaco que es algo del otro mundo! ¡Te va a encantar! ¿Por qué no te adentras en él? No tienes nada que perder.

«No es de necios cambiar una vida pasajera por un amor imperecedero.»

«El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu» (S. Juan 3:8).

Tuesday, May 1, 2007

The Prosperity Gospel


No tengo nada que aportar, solo tengo la seguridad de que este Evangelio es otro Evangelio, por lo tanto es uno FALSO!! Y los que estan siguiendolo tengan mucho cuidado, su vida depende de ello.

El que tenga oídos para oir que oiga, y el que ignora, ignore.

Como diria el Apóstol Pablo... "que nadie busque su propio bien, sino el del otro"; o el mismo Señor Jesucristo... "aquel que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discipulo". El Evangelio de la Prosperidad enseña todo lo contrario, está centrado en el YO, en lo que Dios puede hacer por MI.. etc.. ect...

Las promesas hechas a la Iglesia de Cristo, Su Novia, son promesas Eternas... basadas en el Pacto hecho con Su Sangre. Asi que miremos a las cosas de arriba, no a las de la Tierra.

No me extiendo mucho, porque me da tristeza saber que hay tan poco discernimiento entre mis hermanos hoy en dia. El sueño Americano les atrae, les encanta la plata, el bienestar, la buena ropa, los banqueteos... pero nada de ayudar al necesitado, nada de ir por el mundo a predicar el Evangelio, nada de buscar el Reino de Dios y su JUSTICIA, quieren todo del Mundo y pregonan amar a Dios. Mas sabemos que el que ama al mundo es enemigo de Dios. Punto y aparte.


Esta es una de las dagas mortales para el Evangelio de la Prosperidad... >>>>


«Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios». (Hechos 14:22b)

Wednesday, April 25, 2007

"Diezmos"... Part II


Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.(Hechos 15:28-29)

Los Gentiles (No-Judios), convertidos al Cristianismo no debemos, ni podemos someternos a los ritos, leyes... impuestas por Dios al Israel del Antiguo Testamento... Por que? Muy fácil, porque la Ley no fué dada para el Justo (1 Timoteo 1:9-10). El Apóstol es muy claro, específicamente en el libro de Gálatas, el problema candente en esos dias era la circuncisión, tema "sagrado" para los Judaizantes de la época (algo parecido al diezmo protestante de hoy en dia). Pablo en esta epístola deja muy claro que todo aquel que se circuncida se desliga de Cristo y cae de la gracia... Veamos:

"He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.
Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado A GUARDAR TODA LA LEY. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído." (Gal 5:2-4)


Pero ¿por qué? cuál sería la razón por la cual Pablo fué tan drástico, tan radical al exponer este punto... no creo que sea por el hecho de simplemente cortar el pedazo de carne, o por seguir un rito... A mi entender la respuesta es mas clara en el libro de Hebreos, en el Capitulo 10:29... Veamos,

¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda LA SANGRE DEL PACTO en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

El simple hecho de volver a la Ley, a querer justificarnos en base a la Ley Mosaíca es practicamente pisotear la sangre del pacto y hacer afrenta al Espiritu de Dios. Suena fuerte y feo, lo sé, pero eso es lo que dice la Biblia.

El Diezmo Levítico, asi como la Circuncisión están los dos incluídos en la Ley de Moises. Dado el caso no se puede, ni se debe pedir ni mucho menos exigir a los Gentiles que se arrepienten de sus crímenes y reciben al Señor Jesus como su Señor a que sigan esta serie de ritos y leyes antiguas, que no tienen poder para salvar y mucho menos poder para convertir el corazón de una persona.

Ahhhh!! Y para los que estén pensando que el Diezmo fué usado por Abraham y Jacob, (Antes de La Ley) me gustaría recordarles que no fué una ordenanza de Dios para con ellos, no así como la circuncisión, la cual SI!! fué establecida como un pacto, entre Dios y Abraham. Pero en la Ley de Moises, los dos (Diezmos y Circuncisión) fueron incluídos como una ordenanza (para un pueblo rebelde). Al estar impuestos en La Ley, son invalidados y clavados en la Cruz por nuestro Señor Jesucristo. (Colosenses 2:14)

Dado el caso, la circuncisión tendría mas valor, y debería ser "exigida" por los defensores del pacto Abrahamico, o los Judaizantes modernos, pero... pero... El Espiritu Santo es demasiado claro con respecto a estos asuntos... Volver a cualquiera de ellos es pisotear la sangre derramada por el Señor Jesus, hacerla inmunda, y desligarse de Cristo para siempre... Tan simple como ABC!!!

Bendiciones.

Monday, April 23, 2007

Sobre Diezmos y Ofrendas...


Tema controversial, y casi sagrado para muchos. No queriendo causar controversia me he tomado la molestia de leer lo que pensaban sobre este tema en la Iglesia Primitiva. He notado como ellos no practicaban el Diezmo Levitico por considerarlo parte de la Ley Mosaica, y si recibian ofrendas voluntarias de los Hermanos que estaban dispuestos a dar por amor, nunca por obligacion o miedo. Y que estas ofrendas voluntarias eran usadas para ayudar a los necesitados (vuidas, huerfanos, enfermos, pobres, etc...)

Aqui tres comentarios hechos por Irineo de Leon, Tertuliano y Justino Martir (Hombres que dieron su vida por el Evangelio de nuestro Senor Jesucristo)

"Por lo tanto no necesitamos de la ley como pedagogo; he aquí que nosotros hablamos con el Padre y estamos en su presencia convertidos en niños sin malicia y afincados en la justicia y honestidad. La Ley, en efecto, no afirmará más: (...) no exigirá los diezmos de quien ha consagrado a Dios todos sus bienes y ha dejado padre, madre y toda su familia para seguir al Verbo de Dios" (Ireneo de Lión, Demostración de la predicación Apostólica 96)


"Y aunque exista entre nosotros una caja común, no se exige una suma obligatoria a los elegidos, como si la religión fuera sacada a subasta. Cada cual entrega una módica suma un día fijo del mes, cuando quiere y si quiere y si puede, porque a nadie se le obliga a dar: cada uno contribuye espontáneamente. Estos son unos fondos de ayuda, porque de ellos no se saca el dinero para banquetes o fiestas ni estériles comilonas, sino para alimentar y sepultar menesterosos, y niños, y doncellas y huérfanos, y a los criados y a los ancianos..." (Tertuliano, Apologético. Cap. XXXIX)

"Cuantos disponen de bienes y quieren dan libremente lo que les parece. Lo recogido se deposita en manos del que preside, quien se encarga de socorrer a los huérfanos, a las viudas y a quienes por enfermedad o cualquier otra razón se hayan necesitados. También a los presos (Se refiere a cristianos encarcelados por serlo) y a los huéspedes llegados de lejos." (Justino mártir, Misterios cristianos, 67)

Wednesday, April 4, 2007

--¿Quién es mi prójimo?--


--Un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó cayó en manos de ladrones, los cuales lo despojaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto.
Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y al verlo pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, al verlo pasó de largo. Pero un samaritano que iba de camino, vino cerca de él y, al verlo, fue movido a misericordia. Acercándose, vendó sus heridas echándoles aceite y vino, lo puso en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él. Otro día, al partir, sacó dos denarios, los dio al mesonero y le dijo: "Cuídamelo, y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando regrese".
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
Él dijo:
--El que usó de misericordia con él
Entonces Jesús le dijo:
--Ve y haz tú lo mismo.

Mas allá del mensaje dado por Jesus a este “intérprete de la Ley”, encontramos ciertos contrastes en esta parabola que va dedicada a nosotros, los que nos llamamos Cristianos, notemos como los dos primeros hombres que pasan junto al hombre golpeado, humillado y necesitado son precisamente “Religiosos”; “hombres de Dios” como los llamaríamos en nuestro lenguaje neo-evangélico.
El Señor Jesus, toma deliberadamente estos dos ejemplos para mostrarnos que el ser en si Religioso, o “dedicado a Dios” no es un fin en si mismo. El requiere que seamos como El, que pensemos como El y sobre todo que actuemos como El. La compasión hacia los mas necesitados, vuidas, huerfanos y similares debe ser la marca del Cristiano… el sello del Espiritu Santo en nuestras vidas. “Juicio sin misericordia se hará con quien no tuvo misericordia”. (Sant 2:13)
Es inadmisible ver a un Hermano/Hermana que se jactan de conocer a Jesus, pero sus obras dicen todo lo contrario. Y no es juzgar, el Señor en su infinita sabiduría nos dejo el libro de 1 de Juan, en el cual podemos vernos en el espejo, ver y saber quien es un mentiroso y quien en realidad es un Hijo de Dios.
“En esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:10)
En realidad si no amamos a nuestro prójimo, si no ayudamos, no solo de palabra pero con hechos, estamos testificando que no conocemos a Dios y que no pertenecemos a El.
El que dice: «Yo lo conozco», pero no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en él (1 Juan 2:4)
No nos engañemos, “religiones” hay miles, Cristianismo solo UNO!!
Seamos verdaderos Cristianos, demostremos que somos diferentes. No seamos muertos espirituales, a los cuales nos tienen que despertar con musica o con palabras bonitas, seamos llenos del Espiritu Santo siempre. No solo los “Domingos”.

El mundo está esperando este tipo de Cristianismo que puso de cabeza al Imperio Romano, que puso de cabeza al mundo entero… Ese Cristianismo que cambió la historia de la humanidad, de las tinieblas a la luz…
Seamos la sal de esta Tierra, no busquemos las cosas que el mundo busca. Seamos radicalmente opuestos. Si eres de El, escucharás su Voz, sino eres de El… seguirás igual que siempre… siendo una silla mas ocupada cada Domingo, entre cuatro paredes, que están destinadas al fin y al cabo a volver a ser polvo… como le pasó al famoso y aclamado “Templo de Jerusalem”.

Vamos, salgamos de nuestras cuatro paredes, el mundo se está yendo al infierno, muchos están muriendo de hambre, de Sida, de dolor... mientras nosotros seguimos en nuestras asambleas, nuestras reuniones, dias festivos, servicios y conciertos. Dejemos de imitar al Fariseo y al Levita, que al parecer iban un poco tarde para el concierto del cantante "Cristiano" del momento!!

Imitemos al Maestro, y hagamos como El dijo!!

¡Y ahora resulta que por decirles la verdad me he vuelto su enemigo! (Gálatas 4:16)

Tuesday, April 3, 2007

¿Se equivocó Dios?

NO HABRIA SIDO MUCHO MAS RESPETABLE Y ACEPTABLE QUE EL REY DE REYES HUBIERA NACIDO EN UN PALACIO, con la asistencia de ilustres miembros de la corte y gozando del honor y los elogios del Sistema?... En vez de nacer en el suelo sucio de un establo rodeado de vacas y asnos, con todo aquel olor de estiércol, y de que lo envolvieran en trapos y lo acostaran en un comedero con una variada cuadrilla de pastorcillos pobres arrodillados en el suelo a Su lado?

NO HUBIERA SIDO PREFERIBLE QUE SU PADRE FUERA UN DESTACADO POTENTADO EN LUGAR DE UN HUMILDE CARPINTERO?
No les habría facilitado eso las cosas a El y a Sus seguidores y hecho que Su labor se desarrollara con mayor rapidez? Y no fue bastante humillante para Sus pobres padres el convertirse en unos fugitivos de la injusticia y que tuvieran que huir del país como unos vulgares delincuentes por haber dado a luz al cabecilla de un gobierno revolucionario rival?

Y NO LE HABRIA RESULTADO MEJOR HABER LLEVADO UNA VIDA UN POCO MAS DECENTE Y ACEPTABLE, en vez de nacer en un establo ajeno, gorronear Su comida de campos ajenos y dormir en casas ajenas --incluso a solas con un par de adorables hermanas solteras-- y hasta que lo enterraran en una tumba ajena? Era necesario que constantemente estuviera enfrentándose a las iglesias, saltándose a la torera lo convencional, acabando con las tradiciones y representando una amenaza para el sistema religioso? Hasta tal extremo que lo tuvieron que ejecutar con los criminales ordinarios y se ganó la mala reputación de haberse tratado con publicanos y pecadores, de ser un glotón y bebedor de vino, sorprendido no pocas veces en compañía de borrachos y prostitutas!

PARA QUE OFENDER DELIBERADAMENTE AL SISTEMA, SEÑOR? Por qué elegiste a propósito a un puñado de apestosos pescadores y a un odiado recaudador de impuestos como discípulos? Acaso no habrías progresado más fácilmente, Jesús, de haberlos elegido del erudito Sanedrín, el cementerio, quiero decir seminario de la ciudad, con la aprobación de las sinagogas, el permiso de los sumos sacerdotes y una licencia de Roma por intermedio del gobernador? Jesús, no habrías comenzado así con mejor pie?

TENIAS QUE SER SEMEJANTE MARGINADO Y ESCOGER UNA PANDILLA TAN VARIADA DE INUTILES? Entre ellos, algunas de las peores prostitutas y radicales de la ciudad! Deberías haber sabido que tener a un grupo mixto como ese, hombres y mujeres durmiendo juntos en un mismo cuarto atraería inevitablemente algunas críticas! Y no sólo bebías vino Tú mismo, sino que hasta lo fabricabas! Y desde luego podrías haber vivido en mejores condiciones! Qué ocurrencia acampar en la hierba bajo los árboles! Sabías que inevitablemente lo mirarían mal y suscitaría dudas sobre Tu carácter y moralidad y los de Tus discípulos, que para empezar, formaban un grupo de reputación bastante dudosa!

NO PODIAS HABER SIDO UN POQUITO MAS MODERADO, JESUS? Uno puede entender que te equivocaras unas cuantas veces, pero que constante y obstinadamente te opusieras a todo lo aceptable, razonable, lógico y acostumbrado, no fue un poco insensato, Señor? Y tendrías que haber sabido que pegarles a los cambistas en el templo una vez... tal vez habrían hecho la vista gorda considerándolo una excentricidad descabellada de un loco, de alguien que estaba un poco mal de la cabeza; pero azotarles, volcar las mesas y regar todo el dinero por el suelo tres veces... sabías que era pasarse, y que era seguro que al final alguien se enfurecería y Te la ibas a ganar!

POR QUE RAZON TENIAS QUE SER TAN ORIGINAL Y POLEMICO, TAN ICONOCLASTA? No podías haber transigido un poco en algunos de esos aspectos en vez de enfrentarte constantemente a los dirigentes de la iglesia judía con Tus doctrinas revolucionarias? No podías haber mejorado un poco Tus métodos y Tu mensaje para que no resultara tan difícil de aceptar? Como por ejemplo ese sermón sobre comer Tu carne y beber Tu sangre! Imagínate, podían haber pensado que estabas empezando a enseñar a practicar el canibalismo!

NO CABE DUDA DE QUE EN ALGUNAS DE ESAS COSAS TE EQUIVOCASTE! Habríamos comprendido que Tus tontos e incultos seguidores metieran la pata de esa manera; pero no Tú, Señor, que eras su líder! Cómo pudiste Tú tener una conducta tan vergonzosa? Qué esperabas que pensaran los demás? Es que no te preocupaban lo más mínimo las opiniones de los hombres?

SEÑOR, TE ROGAMOS QUE NOS DEJES MEJORAR TUS METODOS, PULIR UN POQUITO TU MENSAJE Y ERRADICAR CIERTAS NOTAS POLEMICAS E INCONCILIABLES DE TU MINISTERIO! Señor, nosotros no queremos cometer los mismos errores que Tú! Te rogamos que a nosotros nos ayudes a ser más aceptables a los ojos del mundo! Deberíamos haber aprendido algo del ejemplo tan pésimo que diste Tú, lo que no tenemos que repetir, no? Desde luego que podríamos aprender algo de tus equivocaciones!

FIJATE EN LO QUE LES PASO AL RESTO DE TUS SEGUIDORES QUE INSISTIERON EN DESOBEDECER AL ORDEN RELIGIOSO ESTABLECIDO predicando en las calles y yendo por ahí medio desnudos sin medios visibles de sustento: sin un empleo, sin casa, sin la aprobación de las autoridades! Es que, casi sin excepción, empezando por Tus primeros profetas y terminando por Tus últimos mártires, todos fueron víctimas del escarnio, la burla y la incredulidad, los metieron en la cárcel, les pegaron y hasta los mataron! ¡El mundo no tolera que haya personas así sueltas por ahí!
NO TE PARECE QUE TU Y TUS PRIMEROS SEGUIDORES DIERON UN EJEMPLO BASTANTE MALO, SEÑOR, que hizo que desde un principio no los miraran bien en la ciudad? Me doy cuenta, Señor, de que hicieron más noticias que mi iglesia, y de que parece que llevaron el Evangelio a más personas, pero qué Evangelio! Que hay que abandonar una vida respetable y cómoda y vivir como animales en una pocilga sin orden ni concierto comportándose como unos locos charlatanes drogados por el misticismo y lo sobrenatural!

Y MIRA QUE LLEGAR A PREDECIR QUE EL TEMPLO SERIA DESTRUIDO! Acaso no era una blasfemia sacrílega afirmar que lo que llamamos la casa del mismo Dios estaba condenado a la destrucción? Dónde estaría Tu Iglesia y qué podría realizar si no tuviera sus templos, su opulencia, sus propiedades, su clero erudito, su formalismo, sus ceremonias y sus tradiciones? Quién esperarías que nos siguiera entonces, Señor? Nada más que lo peor de la sociedad, como te seguía a Ti, y eso no nos llevaría a ninguna parte en el Sistema y entre el público en general, del mismo modo que a Ti y algunos de esos originales inconformistas Tuyos no los llevó a ninguna parte, aparte de a la cárcel, el juicio y la ejecución!

Y ESA PRIMITIVA FORMA DE VIDA COOPERATIVA Y COMUNISTA QUE PRACTICABAS CON TUS DISCIPULOS en la que compartían todas las cosas, lo tenían todo en común, vivían juntos y dedicaban el tiempo exclusivamente a la oración, la alabanza, el estudio de la Biblia y la vida en comunidad, amando y testificando!... Es cosa del pasado, y por lo visto no dio muy buen resultado, porque está claro que la Iglesia hoy en día ya no la practica! Además, cuántos estaríamos dispuestos a compartir el dinero que nos ha costado tantos sudores con otros no tan bendecidos? Que vayan a ganárselo ellos mismos! Por qué razón les voy a dejar que usen mi auto? Y desde luego no querrás que les deje vivir y hacer reuniones en mi casa! Todos necesitamos tener cierta intimidad y unas cuantas cosas que podamos decir que son nuestras! No podemos ser unos vagabundos sin más como Tú y Tus discípulos, Señor!

SEÑOR, SI SIGUIERAMOS TU EJEMPLO TAN FANATICO Y EXTREMISTA, ARRUINARIAMOS SIN DUDA NUESTRA REPUTACION y sería una verguenza para nuestro venerado liderato y un escándalo para toda nuestra iglesia! Desde luego que no querrás que cuenten cosas y circulen por ahí rumores sobre nosotros diciendo las mismas cosas que decían de Ti y de Tus discípulos, Señor! Si llegáramos a ese extremo y quemáramos todas nuestras naves para no poder volver al mundo, nunca podríamos volver! Debe de ser una equivocación! Por favor, no nos pidas eso! No estarás cometiendo un error, Señor? No existirá alguna otra manera de hacer las cosas?

"YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA; Y NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MI! Porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan! Muchos son los llamados, mas pocos los escogidos! No sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte."

PORQUE EL SE DESPOJO A SI MISMO DE TODA REPUTACION y tomó la forma de siervo. Despreciado y desechado entre los hombres, Varón de dolores, experimentado en quebranto; por cárcel y por juicio fue quitado. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en Su muerte. Porque no sois del mundo, antes Yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Si a Mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. El discípulo no es mayor que su maestro, ni el siervo mayor que su Señor."

DIOS NO SE EQUIVOCA, y aun "lo insensato de Dios es más sabio que los hombres"! No hay mejor camino que el de Dios; oídle a El! "Y les dijo: Venid en pos de Mí y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante todo, Le siguieron! El que se avergonzare de Mí y de Mis Palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él cuando venga en la gloria de Su Padre con los santos ángeles. Guardaos cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!"

Thursday, February 1, 2007

La razón porque los Cristianos del 1er. Siglo vendian sus propiedades (Versión Prosperiana)


Es interesante encontrar, en este tiempo de "comezón de oir", (and lukewarm preaching); interesantísimas "interpretaciones" de ciertos predicadores que se hacen llamar "apóstoles, profetas o pastores" en el cyber world.

Recién el dia de ayer, fué revelado a uno de estos grandes Pastores cibernéticos, algo que ha estado escondido por siglos... algo que a la verdad, a nadie en 2,000 years se le había ocurrido. Esta idea, que ahora, en este mundo de oferta y demanda, tiene "mucho sentido". Y que podemos esperar, de predicadores comprometidos con un sistema capitalista y codicioso de ganancias deshonestas?

Según este Pastor cibernético, la verdadera razón porque los Cristianos Primitivos vendian sus propiedades, lo cual es descrito en el libro de Hechos 2:42-47; fué debido a una "acción preventiva"; ya que al saber de la "inminente destrucción de Jerusalem" bajo el Ejército Romano... ni cortos, ni perezosos, estos hermanitos corrieron a vender sus terrenos, edificios y propiedades. Tremenda visión del hermano para interpretar las Escrituras.

Tengo el privelegio de traer esta "revelación" a este blog... la cual literalmente fué publicada el dia de ayer y dice asi:

"Tengo una muy buena

Jesús había profetizado acerca de la destrucción de Jerusalén en esa generación lo cual ocurrió en el 70 DC.

Motivados por eso es que vendieron sus casas y cosas.

Pero parece que la distribución no fue muy justa, ya que en Hechos 6 vemos que las viudas de los griegos eran desatendidas.

Y finalmente, las "iglesias ricas", tuvieron que hacer una ofrenda para ellos ya que quedaron en situación de pobreza.

Que Dios te siga bendiciendo"

El *****pastor


Según este Analista Escritural, los hermanos recién convertidos por el poder del Espiritu Santo y la predicación de los Apóstoles del Cordero, vendían sus propiedades en una Acción Capitalista Preventiva, dado el caso que como la profecía fué dada por Jesus en Mateo 24 sobre la destrucción del Templo en Jerusalem (y consecuentemente la destrucción de toda la cuidad... vaya ud. a saber), que movidos por su "Temor" de perder sus inversiones, estos hermanitos vendieron sus propiedades en Jerusalem.

Tremendo shock me causó esta "Nueva Revelación" (I couldn't even sleep)

Hay que ver que los "Teólogos de la Prosperidad" están re-escribiendo la Historia y la Escritura, re-definiendo al Espiritu Santo... etc... y todo esto ante nuestros propios ojos, y nuestra propia indiferencia!!

Si me tengo que volver mas radical, de lo que soy, lo haré!! Pero es indispensable, que alguien se ponga en el otro lado del camino, y diga "Basta" a este "Evangelio" que no busca a Dios, si no que busca su propio Vientre... busca "nuevas revelaciones" y todas ellas con el fin de engrandecer lo Material, que tiene su mirada fija en las cosas de esta Tierra, y se ha olvidado por completo de Cristo y su gloriosa Nueva Jerusalem... la de arriba, la Espiritual... La que no es de este mundo corrupto, egoísta y falto de amor...

Whatever...

Wednesday, January 24, 2007

Los Pastores y los "sobres vacios"...


Hace unos cuantos dias tuve una conversación con la ex-secretaria de un Pastor en los EEUU, por motivos personales ella tuvo que renunciar a su cargo.

Despues de hablar con ella por mas de una hora, rescato algo que me pareció interesante y triste a la vez. Según la historia que ella me narró, en la congregación a la que ella acudía... (la cual era muy insistente con el asunto de los diezmos, ofrendas, pactos, etc...) se hacía un llamado a las personas que no tenian los recursos financieros para "diezmar, pactar u ofrendar"-- a hacerlo "simbólicamente"... resulta que esto siempre fué una práctica común en esta congregación, de la cual yo también fuí testigo.

Lo interesante de esta anécdota es que ella me confesó algo que el "Pastor" hacía con estos "sobres simbólicos" o como les llamaremos "sobres vacíos"...

Ella narra como este señor, con rabia y desenfreno, rompía cada uno de estos sobres y los tiraba al piso, en muestra de su enojo. Ella me narró, como consternada se arrodillaba a recogerlos y tirarlos a la basura, con sus ojos llorosos, victima de la convicción del Espiritu Santo ante tan grotesca escena.

Esta situación es llamativa e increíble. Describe como muchos, muchos están en el "negocio" de la fé por pura codicia. Buscando ganarse una vida cómoda a travez de la bondad y benignidad de mis hermanos Cristianos, viendoles el bolsillo y rebajando las Bendiciones del Altísimo a simples billetes verdes.

Dios tenga misericordia de ellos.

Amén,