Wednesday, April 4, 2007
--¿Quién es mi prójimo?--
--Un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó cayó en manos de ladrones, los cuales lo despojaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto.
Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y al verlo pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, al verlo pasó de largo. Pero un samaritano que iba de camino, vino cerca de él y, al verlo, fue movido a misericordia. Acercándose, vendó sus heridas echándoles aceite y vino, lo puso en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él. Otro día, al partir, sacó dos denarios, los dio al mesonero y le dijo: "Cuídamelo, y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando regrese".
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
Él dijo:
--El que usó de misericordia con él
Entonces Jesús le dijo:
--Ve y haz tú lo mismo.
Mas allá del mensaje dado por Jesus a este “intérprete de la Ley”, encontramos ciertos contrastes en esta parabola que va dedicada a nosotros, los que nos llamamos Cristianos, notemos como los dos primeros hombres que pasan junto al hombre golpeado, humillado y necesitado son precisamente “Religiosos”; “hombres de Dios” como los llamaríamos en nuestro lenguaje neo-evangélico.
El Señor Jesus, toma deliberadamente estos dos ejemplos para mostrarnos que el ser en si Religioso, o “dedicado a Dios” no es un fin en si mismo. El requiere que seamos como El, que pensemos como El y sobre todo que actuemos como El. La compasión hacia los mas necesitados, vuidas, huerfanos y similares debe ser la marca del Cristiano… el sello del Espiritu Santo en nuestras vidas. “Juicio sin misericordia se hará con quien no tuvo misericordia”. (Sant 2:13)
Es inadmisible ver a un Hermano/Hermana que se jactan de conocer a Jesus, pero sus obras dicen todo lo contrario. Y no es juzgar, el Señor en su infinita sabiduría nos dejo el libro de 1 de Juan, en el cual podemos vernos en el espejo, ver y saber quien es un mentiroso y quien en realidad es un Hijo de Dios.
“En esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:10)
En realidad si no amamos a nuestro prójimo, si no ayudamos, no solo de palabra pero con hechos, estamos testificando que no conocemos a Dios y que no pertenecemos a El.
El que dice: «Yo lo conozco», pero no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en él (1 Juan 2:4)
No nos engañemos, “religiones” hay miles, Cristianismo solo UNO!!
Seamos verdaderos Cristianos, demostremos que somos diferentes. No seamos muertos espirituales, a los cuales nos tienen que despertar con musica o con palabras bonitas, seamos llenos del Espiritu Santo siempre. No solo los “Domingos”.
El mundo está esperando este tipo de Cristianismo que puso de cabeza al Imperio Romano, que puso de cabeza al mundo entero… Ese Cristianismo que cambió la historia de la humanidad, de las tinieblas a la luz…
Seamos la sal de esta Tierra, no busquemos las cosas que el mundo busca. Seamos radicalmente opuestos. Si eres de El, escucharás su Voz, sino eres de El… seguirás igual que siempre… siendo una silla mas ocupada cada Domingo, entre cuatro paredes, que están destinadas al fin y al cabo a volver a ser polvo… como le pasó al famoso y aclamado “Templo de Jerusalem”.
Vamos, salgamos de nuestras cuatro paredes, el mundo se está yendo al infierno, muchos están muriendo de hambre, de Sida, de dolor... mientras nosotros seguimos en nuestras asambleas, nuestras reuniones, dias festivos, servicios y conciertos. Dejemos de imitar al Fariseo y al Levita, que al parecer iban un poco tarde para el concierto del cantante "Cristiano" del momento!!
Imitemos al Maestro, y hagamos como El dijo!!
¡Y ahora resulta que por decirles la verdad me he vuelto su enemigo! (Gálatas 4:16)
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